Podemos sanar nuestra alma
El objetivo de la sanación espiritual es
crecer espiritualmente y ayudar a los demás, no sólo a nivel mundano,
sino también a nivel espiritual. El mayor regalo que se puede ofrecer en
una curación espiritual es ayudar a iniciar en la practica espiritual
para que después puedan los demás ayudarse a si mismos.
No estamos creados solamente con un cuerpo físico sino también
disponemos de cinco sentidos y un cuerpo vital (Praanadeha), el cuerpo
mental o la mente, el intelecto y el ego sutil. La mente es el asiento
de las emociones y pensamientos, mientras que el intelecto es la sede
del razonamiento o las relaciones de causa y efecto
entre los eventos. Cada uno de estos cuerpos es más sutil que el otro.
Por lo tanto, la energía de la mente es más sutil y también más poderosa
que la energía vital del cuerpo.
A medida que se crece espiritualmente, es decir, a través de la
práctica espiritual se comienza a disolver los posibles obstáculos que
se pueden encontrar en los cinco sentidos, así como la mente y el
intelecto. Con esto se comenzará a orientar los esfuerzos hacia la
realización, el pensamiento y la fusión en la luz. Con la práctica
espiritual apropiada comenzará a brillar un estado divino de más y más amor, sin esperar nada de los demás aumentando la humildad y eliminando lentamente el ego.
La práctica espiritual permite desarrollar desde el interior una gran
cantidad de energía positiva de tal forma que el practicante será menos
propenso a los ataques de seres oscuros tanto de esta dimensión como de
otros planos más bajos espiritualmente.
Buscar la luz es una forma de practicar la sanación espiritual
Los sanadores espirituales cuando ayudan a otras personas a superar sus
propios obstáculos interiores les ayudan a crecer espiritualmente.
Buscar la luz, es una forma de realizar prácticas espirituales. Sin
embargo, a menudo son atacados por seres de oscuridad (entidades
fallecidas, demonios, bajos astrales, etc…) de un alto nivel para
obstaculizar su práctica espiritual y cuando esto ocurre su energía
espiritual puede llegar a no ser suficiente para repeler este ataque.
Cuando están demasiado débiles, tanto mental como espiritualmente, deben
utilizar todos los medios que estén a su alcance, ya sea creando
escudos protectores de luz dorada alrededor de su aura, haciendo un llamamiento a sus guías superiores de luz o bien a sus ángeles y arcángeles protectores.
El
dolor espiritual pueden ser causado por muchas situaciones que ocurren
en nuestras vidas, tales como: trauma emocional o físico, las lesiones,
los pensamientos y sentimientos negativos como el miedo, la
preocupación, la duda, la ira, la ansiedad, el diálogo interno negativo,
la falta de nutrición, estilo de vida destructivo y las relaciones
traumáticas negativas, el abandono de uno mismo y la falta de amor a uno
mismo o a los demás, así como emociones que no se expresan de una forma
saludable. Es hora de entender que somos seres multidimensionales y que disponemos de un gran poder sanador espiritual que nos permite rescatarnos de nuestra propia oscuridad.